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La resiliencia: Una herramienta determinante para superar los obstáculos en la vida

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Foto: Quan Tong en Pexels.com 

Ya llevo más de un año como emprendedor y este proceso ha sido bastante gratificante por tener la oportunidad de construir algo que me apasiona desde hace mucho tiempo. Lanzarse al vacío y dar ese salto de fe es muy emocionante al principio, porque es una aventura imaginar que una idea puede llevarnos a transformar nuestra vida y la de los demás. Sin embargo, tomar esa idea y hacerla una realidad conlleva un gran compromiso porque toma mucha determinación, coraje, pero particularmente resiliencia. 

De hecho, esta no ha sido la primera vez que emprendo, ya que lo hice también en el 2016, justo después de culminar mi maestría en la Universidad de Chicago. En ese tiempo sabía que quería experimentar en el campo de la tecnología y tenía varios proyectos en mente, que lamentablemente terminaron deshaciéndose en 1 año por diversos factores. A pesar de que esa experiencia fue inicialmente un verdadero fracaso, he llegado a asumirla como un paso necesario en mi camino como emprendedor. Justamente esta experiencia me llevó a reconocer el verdadero valor de la resiliencia.

La resiliencia puede ser muchas veces comparada con la perseverancia o el esfuerzo, y si bien la resiliencia conlleva aplicar perseverancia y esfuerzo para superar un obstáculo en la vida, desarrollarla requiere de un cambio interno en la persona. En realidad, la resiliencia implica encontrar lo bueno en lo aparentemente malo que nos pasa, pero este aprendizaje solamente se da cuando somos capaces de abrazar nuestros propios temores. ¡Claro! Emprender puede generar varios temores como afrontar posibilidad de fracaso, rechazo, e incluso la banca rota, pero cuando aprendemos que estas experiencias son parte del proceso, dejan de tener ese componente negativo y se transforman en aprendizaje.

Por otra parte, comparar a la resiliencia con la imprudencia o ignorancia es altamente contraproducente. Por ejemplo, no es prudente que una persona que tiene miedo a hablar en público, vaya a dar un discurso sin haberse preparado antes. En ese caso, el miedo al hablar en público puede aumentar aún más, porque nuestro cerebro va a interpretar el mal resultado como una incapacidad innata y no a la falta de preparación. Es paradójico que cuando una persona está preparada asume que un mal resultado puede deberse a factores externos, como el mal audio en la sala o el desinterés del público en el tema. Como resultado, el temor se desvanece y el aprendizaje transforma a la persona porque va a llevarla a preguntarse qué puede hacer mejor la próxima vez.

Al emprender hay que prepararse mucho en varias áreas porque hay que ser la mejor versión de uno mismo para tener la oportunidad de competir con empresas constituidas que ya ofrecen productos y servicios a los demás. Un enfoque muy útil es reconocer que a pesar de todo lo que puede ir mal en el proceso, uno no va a resistirse al cambio y va liberar su mente para mejorar cada vez más. Como resultado podemos cultivar resiliencia y entre más rápido fallamos, más aprendemos, lo cual va a ser muy útil cuando tenemos que sacar adelante un proyecto con fuertes restricciones como el tiempo y el dinero. 

Fecha:
5 de octubre de 2024

Autor:
Aaron Sanchez,
CEO de CreditAccess
MPP 2016, Universidad de Chicago