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¿Noboa verdaderamente siembra esperanza para el Ecuador?
Recientemente Ecuador eligió a su nuevo Presidente Daniel Noboa, de quien poco se conoce, pero quien ha tenido una victoria contundente frente a un movimiento político que tiene mayoría parlamentaria. Lo más llamativo de la elección de Daniel Noboa es que su liderazgo proviene del privilegio, como hijo de uno de los hombres más ricos del Ecuador cuyo pasado político infructuoso, posiblemente lo catapultó como una esperanza incierta ante un Estado fallido. A diferencia de otros líderes históricos a nivel mundial que lograron superar las dificultades económicas, sociales y políticas, Daniel Noboa ha conseguido grandes logros académicos, profesionales, y recientemente políticos con una seguridad económica heredada. Esta situación plantea un profundo dilema sobre la capacidad que tendrá Noboa de administrar una economía deprimida, que atraviesa problemas sociales y políticos, los cuales él difícilmente los ha tenido que afrontar a lo largo de su vida.
Si bien su discurso inaugural del 23 de noviembre, pudo haber sido un canal propicio para brindar certezas sobre su futura gestión en un gobierno de año y medio, aún quedan muchas dudas sobre cómo va a mejorar el estado crítico que atraviesa el país. Entre los principales problemas actuales del Ecuador están: 1) la inseguridad de las mafias criminales que han permeado las instituciones del Estado, 2) un crecimiento económico desacelerado del 1% a raíz de la pandemia y que se ha intensificado por el aumento pobreza y desempleo, y 3) los potenciales efectos que tendrá el paso del fenómeno del Niño en los próximos meses en el Ecuador. Vale la pena recalcar que la propuesta de gobierno de Noboa ha sido consistente con sus discursos políticos, principalmente en su enfoque neoliberal donde plantea que la generación de empleo a través de la empresa privada resolverá los problemas sociales y políticos del país.
Evidentemente la generación de empleo es una de las necesidades más grandes en el Ecuador, donde el desempleo bordea el 10% en ciudades como Quito, y que 2 de cada 3 ecuatorianos empleados están en la informalidad. Lejos de criticar una postura ideológica, el Ecuador necesita acciones pragmáticas que resuelvan los principales problemas del país con creatividad y evidencia. En este aspecto, las incertidumbres que genera la propuesta de Noboa, se han empezado a notar aún más con las contradicciones de sus nuevos decretos y propuestas de Ley a corto plazo. Por ejemplo, Noboa planteó inicialmente en su propuesta de gobierno, generar incentivos tributarios para crear empleo y crecimiento económico. Sin embargo, en su primera semana de gestión precisó que es necesario implementar nuevos impuestos para restablecer las arcas fiscales del Estado, que tienen un déficit fiscal insostenible ante las urgentes necesidades del país.
Aunque las políticas económicas planteadas por Noboa pueden brindar soluciones de liquidez en el corto plazo, su inexperiencia, inconsistencia y falta de claridad aumenta el riesgo de que sus acciones exacerben los problemas del país. Por tanto, el gobierno de Noboa requiere de políticas públicas basadas en evidencia para crear acciones que sean sostenibles a lo largo del tiempo. De hecho, los incentivos tributarios de su propuesta de gobierno, provienen de una vieja receta neoliberal sustentada en que los recursos económicos que las empresas ahorrarían con una disminución de impuestos, serán reinvertidos para generar más crecimiento y empleo. Sin embargo, este análisis simplista ignora el comportamiento histórico de varios empresarios ecuatorianos, quienes tienden a invertir sus utilidades exclusivamente en el extranjero para evitar el riesgo país. Es por ello, que el impuesto a la salida de divisas era un mecanismo para que los empresarios inviertan en el Ecuador. En este aspecto, la falta de creatividad de Noboa influye en políticas públicas mal diseñadas y poco sustentadas en evidencia, que únicamente benefician a grupos de poder, aumentando así la desigualdad y el déficit fiscal del Estado.
Si bien algunos defensores de las primeras políticas económicas de Noboa, podrían sugerir que los incentivos tributarios van a ser destinados a la creación de empleo joven y a apoyar al desarrollo económico de mujeres, lo cual podría asegurarle una posible reelección, Noboa ha fallado rotundamente en transmitir este mensaje con claridad. Cabe notar que Noboa nunca detalló durante su campaña electoral, cómo el efecto de estos incentivos tributarios se mantendría a lo largo del tiempo, y aún se desconoce si cuenta con indicadores y metas para justificar su accionar. Lo único que se puede inferir de estas primeras semanas de gobierno, es que el ímpetu juvenil de Noboa, que sembraba esperanza para muchos, se ha traducido en una gran imprudencia. Entre sus tempranos fracasos están: 1) incumplir con la presentación de un plan de gobierno sólido, 2) romper relaciones con su Vicepresidenta en su primer día de gestión, y 3) contemplar la condonación de intereses y multas de deudas con el SRI a grupos empresariales, como Grupo Noboa, lo cual contradictoriamente genera incentivos para la evasión fiscal.
La esperanza para que el Ecuador supere sus serios problemas es con políticas públicas basadas en evidencia y que estén orientadas a construir escenarios más equilibrados que empoderen a las personas a alcanzar sus objetivos de vida. Una solución evidente y que no depende de una ideología política, es la reducción de las tasas de interés del sistema financiero. Esta reducción empoderaría a millones de personas a construir sus propias empresas con riesgos diversificados, producción dinámica y financiamiento más barato. Existe amplia evidencia para sustentar la urgente necesidad de reducir las tasas de interés en el país, considerando que nuestra política monetaria depende del dólar y que cuyas tasas de interés en EEUU bordean el 5%. Sin embargo, la propuesta de gobierno de Noboa más bien se enfoca en que los grupos empresariales sostengan el poder por medio de recursos financieros otorgados por la banca, que incluyen al Estado y los depósitos de la gran mayoría de ecuatorianos como garantes.
Es crucial contar con claridad en el panorama político y económico que va a atravesar el Ecuador en los próximos meses. La falta de claridad actual en el diseño de políticas públicas, tienen un alto riesgo de ocasionar mayores problemas económicos en el país. Aún se analizan acciones sin contar con mecanismos claros de contención, como la eliminación de subsidios, la privatización de empresas públicas o el eventual cierre de la seguridad social. Hay que recordar que el fracaso político del padre de Daniel Noboa al perder 7 elecciones presidenciales, respondió a un inconformismo de los ecuatorianos en confiar únicamente en grupos económicos. El feriado bancario es el más claro ejemplo para comprender la influencia negativa que pueden tener actores políticos y económicos a través de políticas públicas frágiles. La narrativa vigente es reveladora, el gobierno actual está sembrando un nombre bajo su movimiento político, el cual más bien hace eco con la implícita relación de Álvaro y Daniel Noboa (ADN) como padre e hijo.
Fecha:
29 de noviembre de 2023
Autor:
Aaron Sanchez,
CEO de CreditAccess
MPP 2016, Universidad de Chicago