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Muerte a la Viveza Criolla
Todas las mañanas al ir a trabajar, encuentro a alguien infringiendo la Ley. No menos de una persona se escandalizaría al escuchar esto en Estados Unidos o en cualquier país de Europa Occidental, pero es una realidad que pasa en Ecuador todos los días. Y qué tiene que ver todo esto con el título de mi blog. Pues primero tendría que contextualizar lo que es la viveza criolla.
La viveza criolla comúnmente se le denomina al acto de obtener alguna gratificación al evitar una actividad que requiere algún tipo de esfuerzo, incluso si ello implica infringir alguna norma o ley. Esta viveza criolla es un mal que todos los ecuatorianos conocemos, y que muchas veces es ingenuamente apoyada debido a situaciones que nos generan incomodidad. Por ejemplo, la ciudad de Guayaquil recientemente recibió al reggaetonero Daddy Yankee en Legendary, su gira de despedida. Durante las horas previas al concierto, se había identificado largas filas para ingresar al concierto, y en un momento de descuido, la gente arremetió contra las vallas de seguridad ingresando al concierto a la fuerza. Como resultado de este episodio, existieron personas que se quedaron fuera del concierto incluso habiendo pagado $250 por su entrada.
En el ejemplo anterior, la viveza criolla inicia cuando una persona decide evitar el esfuerzo de esperar en la fila o de pagar el precio de la entrada, arremetiendo contra las normas de la organización y seguridad del concierto. A pesar de que esta persona que actúa por fuera de la Ley debería ser inmediatamente sancionada, la viveza criolla se profundiza cuando los demás ciudadanos tienden a alentar o replicar este tipo de actos en lugar de denunciarlos. Este comportamiento puede surgir como resultado de la frustración ante la ineficiencia de algún servicio, pero es de vital importancia reconocer que la incomodidad no justifica este tipo de comportamientos, ya que generan más daños que beneficios a largo plazo.
En ocasiones la viveza criolla puede parecer inofensiva, como lo evidencio cada mañana al ir a trabajar en mi automóvil. El tráfico es algo que se experimenta en todas las ciudades del mundo, pero en Quito, incluso hay conductores que invaden vía para poder colarse a los vehículos que van por adelante. Cuando este comportamiento deja de ser aislado y pasa a ser generalizado, los conductores que infringen la ley llegan informalmente a transformar vías de doble sentido a vías de un solo sentido. Por tanto, el beneficio individual de estos conductores al ahorrar unos minutos en su camino al trabajo, genera conflicto a otros ciudadanos y sobretodo desconfianza. En una sociedad que genera y transmite confianza, este comportamiento sería sancionado inmediatamente por la Policía de Tránsito. Sin embargo, los ciudadanos que no denuncian y los organismos de control que no sancionan este tipo de comportamientos, agravan sustancialmente el problema de la viveza criolla.
Sabemos que los malos hábitos son contagiosos, pero cuando estos malos hábitos son generalizados por la sociedad ante la falta de denuncias y sanciones, la viveza criolla se convierte en el aspecto más pernicioso de nuestra sociedad. En general, la impunidad actual de nuestro sistema de justicia es el resultado de actos de viveza criolla como la de infringir leyes de tránsito. Al final del día, los ciudadanos que no respetan la ley y no reciben sanción por ello, van a sacar provecho de esta situación cuantas veces puedan. Asimismo, las personas que no denuncian estos actos, ya sea por miedo a represalias o apatía, van a terminar reconociendo que la impunidad es una realidad que no puede ser corregida. Aún con esta visión pesimista, es necesario enfatizar que la viveza criolla debe ser combatida, ya que puede afectar los pilares centrales de una sociedad de derecho. De hecho, la impunidad en los actos de corrupción conlleva a su generalización e incluso a su legitimación, lo cual claramente emula el ejemplo del aumento de vehículos que invaden vía e informalmente modifican lo legalmente aceptable para su beneficio propio.
¿Existe esperanza? ¡Pues, claro que sí! La receta para matar a la viveza criolla inicia cuando no somos partícipes de ella y generamos buenos hábitos de convivencia a través de la confianza que genera el simple hecho de respetar la ley. Tomando en cuenta que la gran mayoría de ciudadanos ya manejan estos buenos hábitos, sabemos entonces que nuestro trabajo no termina ahí. Es evidente entonces que combatir la viveza criolla también implica que denunciemos este tipo actos tan pronto los presenciemos. Este último punto ya no es común en un Estado fallido, donde no existen garantías para que nuestras denuncias sean procesadas, y que nuestra integridad sea respetada en el proceso. Sin embargo, así como los pequeños actos de infringir la ley pueden conllevar a grandes actos de corrupción generalizada, pequeños actos de vigilancia al cumplimiento de la ley, tarde o temprano tendrán el efecto deseado.
Para cambiar a una sociedad, tenemos que empezar por nosotros mismos. Esta frase es muy poderosa porque nos motiva a esforzamos para ser mejores ciudadanos día a día, lo cual puede influir significativamente a la lucha contra la viveza criolla. En este aspecto, debemos comprender que erradicar este mal puede generar grandes impactos al construir sociedades de confianza. De acuerdo al Harvard Business Review, aquellas empresas que mantienen una alta confianza entre sus empleados, experimentan un 74% menos de estrés, un 106% más de energía, un 50% más de productividad, y un 76% más de compromiso. Imaginemos por un momento, el impacto que podría tener vivir en una sociedad que transmita una alta confianza a sus ciudadanos.
Quiero terminar este blog, mencionando que todo cambio conlleva un esfuerzo constante. Por tanto, no podemos esperar obtener resultados diferentes haciendo lo mismo todos los días. Los casos de impunidad pueden llegar a ser desalentadores, pero siempre hay que recordar el impacto que tienen las pequeñas acciones que tomamos de manera consciente. En esta sociedad de la información, podemos también generar pequeños impactos influyendo y presionando a nuestras instituciones para que cumplan y hagan cumplir la ley. No esperemos a que nuestro país se degenere aún más ante una viveza criolla rampante, ya que el trabajo colectivo con pequeñas acciones va a transformar a nuestro país en el país que queremos ver.
Fecha:
24 de octubre de 2023
Autor:
Aaron Sanchez,
CEO de CreditAccess
MPP 2016, Universidad de Chicago